La grúa es una invención humana que hace posible la realización de construcciones, el arrastre de vehículos enteros basándonos en los principios fundamentales de la física, específicamente, la dinámica de partículas, la hidráulica y la mecánica clásica.
Debido a su importancia enorme en la carga y traslado de peso es necesario que los operadores de una grúa sepan muy bien todo lo referido a la máquina con la que van a trabajar.
Tipos de grúas
Existe una variedad de grúas, unas son más complejas que otras. Los principales tipos de grúas son las mecánicas, de poleas, hidráulicas y las electromagnéticas.
Los dos primeros tipos de grúa, basan su funcionamiento en la dinámica de partículas y la mecánica clásica a través del uso de poleas, esto los faculta para emplear la gravedad y los principios físicos fundamentales en el levantamiento de pesos grandes con poca fuerza. Las grúas hidráulicas utilizan principios de hidrostática y flujo de fluidos para levantar pesos, mientras que las electromagnéticas usan electricidad para levantar peso con electroimanes.
Cómo operar una grúa
Todo operador debe tener conocimiento y experiencia en trabajo con grúas, saber sus ventajas, sus desventajas y las reglas que regulan su funcionamiento en distintas situaciones. También es necesaria que las grúas sean inspeccionadas con frecuencia. Las instrucciones generales para su puesta en marcha son las siguientes:
- Antes de usar una grúa, lee detenidamente el manual de operaciones.
- Verifica si las características de la grúa son adecuadas para el trabajo encomendado y si su poder de carga te permitirá levantar los materiales u objetos. Asegúrate de que la elevación de la grúa, su desplazamiento y su capacidad sean los óptimos para la tarea planteada.
- Revisa detenidamente la capacidad y buen estado de las eslingas y las cuerdas. Esta inspección es importante porque nunca deberían usarse eslingas dañadas para operar una grúa. Tampoco deberías usar eslingas muy estiradas ni intentar repararlas mediante un empalme.
- Inspecciona la grúa antes de usarla, comprueba si tiene algún daño que pueda afectar su funcionamiento. Fíjate cuánto pesa la carga. Recuerda que nunca debes superar el límite de capacidad, lo cual podría provocar la caída de la grúa y resultar en serias lesiones o incluso la muerte.
- Ten en cuenta todo lo que debería hacerse antes y durante el movimiento de cargas:
- Antes de levantar la carga, quita cualquier parte suelta que pueda caerse durante la elevación.
- Asegúrate de que no haya cuerdas o eslingas mal ajustadas.
- Verifica que la grúa se mueva con suavidad y no realices movimientos bruscos.
- Espera a que todas las personas abajo se hayan colocado a una distancia segura antes de levantar la carga.
- A veces, los problemas de potencia pueden ocasionar que se apague la grúa. Si este es el caso, nunca abandones la cabina de la grúa, avisa a otros trabajadores para que te asistan.
Sabías que…
- Una grúa tiene límites de desplazamiento, y si estos no funcionan bien deberías evitar el uso de la grúa hasta que el problema esté arreglado.
- Nunca operes la grúa si puedes detectar problemas con sus cables. Si has levantado una carga en el aire, nunca salgas de la grúa dejándola sin operador.
- Una carga en movimiento de balanceo puede ser muy peligrosa. Para evitar esto, no levantes cargas a menos que la grúa esté centrada justo por encima de la carga.
- Es obligatorio levantar las cargas hasta la altura necesaria para completar la tarea. Elevar las cargas más de lo necesario podría ocasionar problema con graves consecuencias.
Conclusiones
Operar una grúa es una tarea que amerita una gran responsabilidad no solo con tu vida sino con la de los demás trabajadores del proyecto y el cuidado del equipo y estructuras ubicadas en el entorno laboral.
Siempre revisa el manual de operaciones de la grúa antes de iniciar la marcha, coordina con el supervisor de izaje y los técnicos el buen estado de la maquinaria y estate en comunicación constante de suceder algún imprevisto.
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